¿Quizás te preguntes para qué sirve el Consejo de la Guardia Civil? ¿Qué hacen ahí? ¿De qué me sirve a mi votar a una Asociación cada cuatro años?
Como queda explicado en este artículo, el Consejo de la Guardia Civil no es sólo un órgano figurativo. Toda la normativa que afecta a los guardias civiles ha de pasar por él para obtener su dictamen y valoración que, en función de los muchos intereses que se ven afectados, reciben el voto a favor o en contra de cada vocal durante la celebración de los Plenos.
A estos Plenos se llega después de una intensa labor en los llamados Grupos de Trabajo, donde cada asociación profesional realiza sus aportaciones a cada proyecto normativo. Por supuesto, algunas asociaciones profesionales realizan aportaciones importantes y significativas aunque también hay otras que pueden aprovechar la ocasión para alabar las benignas condiciones del articulado que se les presenta. AUGC ha participado en todas y en cada una de las actividades del Consejo, asistiendo a todos sus Plenos (y también levantándose y abandonándolo en señal de protesta), asistiendo a todos y cada uno de los Grupos de Trabajo, siendo la única con capacidad suficiente para establecer pequeños equipos de trabajo que posteriormente elaboran y consensuan sus aportaciones de manera metódica.
Memorias Anuales
Cada año natural, la Oficina del Consejo de la Guardia Civil emite un informe denominado Memoria del Consejo de la Guardia Civil que resume la actividad del Consejo durante ese periodo. En él se recogen y describen las actividades registradas por la Oficina, sesiones celebradas por los distintos órganos que lo componen, el número de propuestas y sugerencias enviadas por los guardias civiles, o el número de peticiones de información que han emitido los vocales representantes de cada asociación profesional.
Por el Consejo de la Guardia Civil han de pasar las normas que afectan a los guardias civiles y a su entorno como es el régimen de ascensos, la prevención de riesgos laborales, la clasificación de los puestos de trabajo y los destinos, el reparto de la productividad, y así, un largo etcétera, siendo de vital importancia contar con la fuerza necesaria para que la redacción de las mismas sean lo más favorable posible a los intereses generales del colectivo. No se trata de defender a una escala en beneficio de otra. Ese no es el plan. La idea es conformar un estatuto para la Guardia Civil moderno, eficiente, sin agravios dentro o fuera del Cuerpo, más justo y equitativo con los que más esfuerzo desarrollan, sin olvidar la responsabilidad real (y no nominal) de quien ejerce la difícil labor de la Guardia Civil.